La película de Netflix I Care a Lot ofrece una visión oscura, violenta y algo cómica de los peligros reales y nada divertidos del sistema legal (y a veces corrupto) de tutela. Aunque la retorcida trama de la película pueda parecer inverosímil, arroja luz sobre un fenómeno trágico: el abuso de las personas mayores a manos de tutores “profesionales” corruptos.
La semana pasada, en la primera parte de esta serie, ofrecimos una breve sinopsis de la película, que gira en torno a Marla Grayson, una tutora profesional corrupta que se gana la vida aprovechándose de las personas mayores vulnerables, y a continuación describimos los hechos reales que inspiraron el relato de ficción. El guionista y director de la película, J. Blakeson, tuvo la idea después de leer las noticias sobre una estafa similar en la que estaba implicada una agencia de tutela profesional corrupta en Las Vegas.
En ese caso, una Marla Grayson de la vida real llamada April Parks, que era propietaria de una empresa llamada A Private Professional Guardian, fue condenada a hasta 40 años de prisión en 2018 tras ser acusada de más de 200 delitos graves por utilizar su condición de tutora para estafar a más de 150 personas mayores los ahorros de su vida. Aunque I Care a Lot es ficticio, el caso Parks también inspiró el documental de 2018, The Guardians, dirigido por el galardonado cineasta Billie Mintz, y su película detalla los aterradores hechos reales que asolaron la industria de la tutela en Nevada.
En un post de Facebook, Mintz elogia I Care a Lot como “una introducción perfecta a la tutela”, pero le preocupa que, debido al fuerte enfoque de la película en la violencia y los mafiosos rusos, “la gente no crea que es real”. Sin embargo, como señala Mintz, “les aseguro que todo lo que ven sobre la tutela es cierto”.
De hecho, aunque el caso de Parks es el más famoso, los casos similares de abusos a personas mayores por parte de tutores profesionales van en aumento en todo el país. Un informe de 2010 de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental descubrió cientos de casos en los que los tutores estaban implicados en el abuso, la explotación y la negligencia de los ancianos colocados bajo su supervisión. Y dado el aumento de la población de ancianos en el país y nuestro sobrecargado sistema judicial, es casi seguro que este tipo de abusos serán cada vez más frecuentes.
Además, aunque la mayoría de los casos que han aparecido en las noticias han implicado a personas mayores, el hecho es que cualquier adulto pueda enfrentarse a una tutela ordenada por un tribunal si queda incapacitado por una enfermedad o lesión y no ha establecido las protecciones legales adecuadas.
Para ello, en la segunda parte, vamos a explicar cómo puede protegerse a sí mismo y a sus seres queridos de este tipo de abusos mediante una planificación patrimonial proactiva.
Cómo sucede
En caso de que usted quede incapacitado sin ningún tipo de planificación (debido a una enfermedad o lesión), su familia (o un amigo) tendrá que solicitar al tribunal que le conceda la tutela. En la mayoría de los casos, el tribunal nombrará a un familiar como tutor, pero no siempre es así. Si no tiene familiares vivos, o los que tiene no quieren o no pueden servir o son considerados inadecuados por el tribunal, se nombraría un tutor profesional.
Más allá de la posibilidad de abuso por parte de los tutores profesionales, si usted queda incapacitado y su familia se ve obligada a acudir a los tribunales en busca de la tutela, es probable que tenga que soportar un proceso costoso, prolongado y emocionalmente agotador. No sólo los honorarios legales y las costas judiciales pueden agotar su patrimonio, sino que si sus seres queridos no se ponen de acuerdo sobre quién es el más adecuado para ejercer la tutela, se podría producir un amargo conflicto que podría desgarrar a su familia y hacer menos probable que usted reciba el tipo de cuidados que desea.
En otro caso, si sus seres queridos no se ponen de acuerdo sobre quién debe ser su tutor, el tribunal podría decidir que nombrar a un pariente como tutor sería demasiado perjudicial para su dinámica familiar y nombrar a un tutor profesional en su lugar. Sin embargo, si usted cuenta con los medios de planificación adecuados, es muy poco probable que se nombre a un tutor en contra de sus deseos.
Un plan integral de incapacidad
En caso de que usted quede incapacitado, un plan integral de incapacidad daría a la persona o personas que usted elija la autoridad inmediata para tomar sus decisiones médicas, financieras y legales, sin necesidad de intervención judicial. Además, este tipo de planificación le permite dar una orientación clara sobre sus deseos, para que no haya ningún error sobre cómo deben tomarse estas decisiones.
Hay varios instrumentos de planificación que pueden formar parte de un plan integral de incapacidad, pero el testamento no es uno de ellos. Un testamento sólo entra en vigor cuando usted fallece, y entonces, se limita a regular cómo deben dividirse sus bienes, por lo que no haría nada para protegerle en caso de incapacidad.
A la hora de crear su plan de incapacidad, lo mejor es poner en marcha una serie de herramientas de planificación diferentes en lugar de un único documento. Para ello, su plan debería incluir algunos o todos los siguientes elementos:
- Poder financiero duradero: Este documento otorga a una persona de su elección la autoridad inmediata para tomar decisiones relacionadas con la gestión de sus asuntos financieros y legales.
- Fideicomiso en vida revocable: Un fideicomiso en vida transfiere inmediatamente el control de todos los activos que posee el fideicomiso a una persona de su elección para que los utilice en su beneficio en caso de incapacidad. El fideicomiso puede incluir instrucciones jurídicamente vinculantes sobre cómo debe gestionarse su atención, y el documento puede incluso detallar las condiciones específicas que deben cumplirse para que se le considere incapacitado.
- Poder para Tomar Decisiones Médicas (medical power of attorney): este recurso otorga a una persona de su elección la autoridad legal inmediata para tomar decisiones sobre su tratamiento médico en caso de incapacidad.
- Directivas con Respecto al Término de la Vida (living Will): esta herramienta legal proporciona orientación específica sobre cómo deben tomarse sus decisiones médicas durante su incapacidad, especialmente al final de la vida. En algunos casos, el Poder para Tomar Decisiones Médicas y las Directivas con Respecto al Término de la Vida se combinan en un solo documento.
Pero lo que ocurre con todos estos documentos es que son solo documentos y no una guía para las personas que usted quiere. Si realmente quiere mantener a sus familiares y amigos fuera de los tribunales y de los conflictos, no puede confiar solo en los documentos para hacerlo. Más bien, estos documentos deben ser creados por un abogado que le conozca a usted y a sus deseos, y que esté a su lado en todas las etapas de la vida, además de estar ahí para su familia y amigos cuando usted no pueda estarlo.
La comunicación es la clave
Además de las herramientas de planificación mencionadas, es igualmente importante, si no más, que sus seres queridos conozcan su plan y comprendan su papel en él. Como parte de nuestro proceso de planificación, celebramos una reunión familiar con todas las personas afectadas por su plan, en la que les explicamos el razonamiento en el que se basan sus decisiones y lo que deben hacer en caso de que le ocurra algo.
Combinando su plan integral de incapacidad con un equipo de personas que se preocupan por usted, que pueden velar por usted y que saben exactamente qué hacer en caso de que ocurra una tragedia, podemos hacer que sea prácticamente imposible que un tutor profesional abuse de usted.
No lo posponga
Aunque la incapacidad por demencia es más común en las personas mayores, las lesiones y enfermedades debilitantes pueden ocurrir en cualquier momento de la vida. Por ello, todos los adultos mayores de 18 años deberían tener un plan de incapacidad. Además, la planificación de la incapacidad debe realizarse mucho antes de que aparezca cualquier deterioro cognitivo, ya que debe poder expresar claramente sus deseos y su consentimiento para que los documentos sean válidos.
A la luz de esto, debería ocuparse primero de su propia planificación y, a continuación, hablar de la necesidad de planificar con sus padres mayores lo antes posible y, a partir de ahí, programar una sesión de planificación del patrimonio familiar con nosotros para poner en marcha un plan. Y si usted o sus seres queridos mayores ya tienen un plan de incapacidad, podemos revisarlo para asegurarnos de que se ha organizado, mantenido y actualizado correctamente. Desgraciadamente, es poco probable que un plan puesto en marcha hace años funcione ahora, por lo que su actualización es fundamental y, desgraciadamente, a menudo no se pasa por alto.
De hecho, una vez que haya establecido un plan, asegúrese de revisarlo y actualizarlo periódicamente para mantener el ritmo de los cambios en la vida, los cambios en sus bienes o los cambios en su estructura familiar. Y si alguna de las personas que ha nombrado no puede o no quiere prestar sus servicios por cualquier motivo, tendrá que revisar su plan, y nosotros también podemos ayudarle con eso.
Mantenga el control de su vida y sus bienes
Para evitar la pérdida de autonomía, el conflicto familiar y el potencial de abuso que conlleva una tutela ordenada por un tribunal, lo invito a reunirse con nosotros. Aunque no hay manera de prevenir la demencia y otras formas de deterioro cognitivo o una enfermedad o lesión inesperada, podemos poner en marcha herramientas de planificación para asegurar que al menos tenga algún control sobre cómo se gestionará su vida y sus bienes si alguna vez ocurre. Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para concertar su cita.
