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Lecciones que podemos aprender a raíz de los problemas de residencia fiscal de Shakira 

 

 

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Las normas fiscales son complicadas. Basta con echar un vistazo a lo voluminoso que es el código fiscal. Pero, a pesar de su complejidad, usted puede poner en práctica ciertas estrategias para reducir su deuda tributaria mediante la planificación fiscal. Pero tenga cuidado, porque las autoridades fiscales desestiman rápidamente las estrategias que parecen ser refugios fiscales abusivos. Ese fue el caso de la cantante de pop latino Shakira, que, a pesar de ser residente fiscal en Bahamas, un país que ofrece tipos impositivos significativamente bajos, se había convertido en residente fiscal en España. 

Las autoridades españolas acusaron a la artista de fraude fiscal. La acusación no es una sorpresa si tenemos en cuenta los cargos penales por evasión de impuestos presentados contra Leonardo Messi, Cristiano Ronaldo y otras estrellas del fútbol durante los últimos dos años. En el caso de Shakira, las autoridades españolas argumentaron que, basándose en el número de días que pasó en el país, Shakira se había convertido en residente fiscal española para los años 2012 a 2014. Al parecer, las autoridades españolas decidieron examinar más de cerca los acuerdos de planificación fiscal internacional de Shakira después de que fuera nombrada en las filtraciones de los “Paradise Papers”. Los documentos filtrados mostraban que había transferido 30 millones de libras en derechos musicales, propiedad intelectual y marcas comerciales a una entidad en Malta. Las autoridades españolas cuestionaron que Shakira tuviera una residencia fiscal en Bahamas.  

Los extranjeros que llegan a Estados Unidos no son ajenos a las estrategias fiscales. Sobre todo porque Estados Unidos grava a sus ciudadanos y residentes por sus ingresos mundiales. Los ciudadanos extranjeros también pueden estar sujetos a una tributación mundial en función de su presencia física en el país. La mayoría de los países del mundo, incluida España, tienen normas fiscales similares. Según la normativa española, una persona extranjera se convierte en residente fiscal al pasar más de 183 días en el país. En el caso de Shakira, las autoridades fiscales españolas argumentaron que se había convertido en residente fiscal para los años 2011 a 2014, y como resultado, ha pasado a estar sujeta al impuesto sobre la renta española por sus ingresos mundiales.  

Shakira zanjó estas cuestiones pero nos ha dejado buenas lecciones que aprender. No hace falta ser una celebridad para encontrarse con estos problemas; muchas personas deben vivir en diferentes países por sus compromisos profesionales. Pero el caso de Shakira es un gran ejemplo de lo oneroso, largo y serio que puede ser tratar un asunto fiscal. Recuerde que la determinación de la residencia fiscal de una persona es fundamental para determinar sus obligaciones fiscales con un país concreto. A menudo implica la comprobación de la presencia física del individuo, la verificación de los vínculos familiares, la investigación de las afiliaciones personales, la revisión de las disposiciones de los tratados aplicables, etc. Por ello, las personas que viajan y viven en varios lugares deben familiarizarse con las leyes de esas jurisdicciones para evitar consecuencias fiscales no deseadas. 

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